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lunes, 31 de diciembre de 2012

Prólogo

Se que esta historia no la subiré hasta tener por lo menos 5 capítulos escritos, pero se acerca el fin de año y el comienzo de uno que espero que sea el doble o triple de mejor que este. Como sois fieles a mí y a mi blog principal os traigo el prólogo de una historia que será exclusiva para blogger. Espero que disfruten de esta pequeña sorpresa.

Diario Virtual de una Rara:


He de decir que no creo en los cuentos de hadas y tampoco que el príncipe azul exista.

Me considero una persona frágil y delicada. A la que le asustan los cambios y que prefiere vivir la vida sin preocuparse por el futuro y lo que vendrá.

El mundo cambia, unas veces a mejor y otras veces a peor. ¿Pero que es mejor? Yo no lo sé, porque el mundo no gira a mí alrededor y no puedo predecir qué cambios son buenos y cuáles no.

Soy una joven de 18 años que comienza ahora una nueva etapa de su vida, una etapa nueva y difícil.

Soy desgraciada, no tengo amigas por culpa de que ellas se han marchado y porque tengo que repetir curso gracias a los estúpidos profesores que no me aprobaron con 4. Ahora soy la nueva en un instituto diferente al mío y eso me pone los pelos de punta y llena de nervios

Esta soy yo, una joven "rara" (o como queráis llamarme) que ve las cosas con una visión muy pesimista.

Si les parezco rara, ¿que hacéis leyendo mi blog-diario?

viernes, 28 de diciembre de 2012

Dos Mini Relatos


He de reconocer que mi vida no es de color rosa ni azul ni verde ni de ningún color claro sino que es de un negro intenso y es negra porque soy una persona desdichada y a la que le parten el corazón con facilidad. Que alguien me ayude a volver a los colores claros, necesito volver a ser la de antes y disfrutar de mi vida cuando antes la veía de azul, rosa verde o cualquier otro color claro.
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Reconocí que te quería y lo hice en vano, tú no me quieres, ya que has dibujado encima de nuestra historia otra de la que no te arrepientes, de la mía veo que sí te arrepientes mucho. No bastará mi recuerdo, ahora solo quiero tú regreso, que esta pena y esta angustia se marchen, pero se que es algo complicado.


jueves, 13 de diciembre de 2012

El Muelle


Habían quedado hacia media hora y ella llevaba tarde como siempre, pero esta vez tenía un motivo justificado. El autobús había pinchado una rueda y estuvieron 20 minutos al que el siguiente pasara para llevarles a todos a sus destinos. Cuando por fin llego a la parada corrió todo lo que pudo porque él le estaría esperando en el muelle impaciente y preocupado.

-                Pensé que no venias - comento el sonriendo y mirando como caminaba apurada.

-                Es que el autobús pincho una rueda y estuvimos 20 minutos esperando al siguiente y donde estábamos no había buena señal de cobertura y por eso no pude aviarse - ella se acerco y él le toco el pelo, su suave y sedoso cabello.

-                Ahora estas aquí - ella le miro a los penetrantes ojos que el poseía, se acerco mas y le beso - ¿Qué haces?

-                 Lo que debías haber hecho tu - respondió ella triste - no debí haberte besado. Soy tonta.

-                No eres tonta, mírame por favor - él le agarro del mentón e hizo que ella le mirara - eres la persona más lista que conozco, así que no eres tonta. Si me has besado será por algo. No te martirices con eso.

-                Pero yo... - y antes de que ella pusiera decir algo, él le beso en señal de que necesitaba que ella se callara y dejara de decir las cosas que estaba diciendo.

Estaban en el muelle, donde hace ya 3 años  se conocieron y donde su amistad comenzó hasta derivar en lo que es hoy en día. Una relación en la que por el momento solo llevan 6 meses.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Anuncios que Usé y que Usaré

 
Hoy vengo por aquí a enseñaros los anuncios que alguna vez he usado para mis relatos y los que voy a usar también.

Empezamos primero con los que he usado:

(El Chico de Ojos Azules)
 
(Una Noche Mágica)
 
(Las Rosas, El Beso y El Amor)
 
(Las Rosas y El Olor)
 
Y ahora los que pienso usar para próximos relatos:
 
 

 
 
 


Si encuentro más anuncios se los pondre por aquí. Pero, ¿qué les parecen los anuncios que he usado? Y de los que usaré ¿qué piensan?

viernes, 23 de noviembre de 2012

Moraleja


Entre en aquella pequeña biblioteca donde el amor flotaba en el aire como si se tratase del oxigeno que la gente respiraba.

Allí encontré a un joven leyendo un libro que ya había leído un par de veces sentado en un butacón muy atento a la lectura, ya que no prestaba atención a lo que pasaba a su alrededor, pero que de vez en cuando cogía un termo de café y la daba unos cuantos sorbos. Luego vi a una joven sentada en una mesa estudiando pero en vez de estar concentrada miraba como el joven leía.

Me acerque a una estantería y mire los libros sin prestarles mucha atención, quería ver que hacia la joven y también que hacia él.

Cuando llevaba ya un rato allí la joven se levanto con todo desilusionada porque el joven lector no le había hecho caso. Ella haciendo ademan de torpeza se dio contra el butacón donde él estaba sentado y todos los libros le cayeron encima del.

-                Lo siento mucho. Soy muy torpe - ella se disculpaba mientras recogía todo.

-                 No pasa nada, ya había terminado el libro y me iba a levantar. Así que te perdono - sonrió y ayudo a la joven a recoger lo que tenia encima y lo que había caído al suelo.

-                No tienes que ayudarme. Puedo sola - ella no podía estar más nerviosa, el corazón le latía a mil por hora y sus piernas temblaban.

-                Ínsito - dijo él y continúo ayudando  a la joven.

En un momento dado ambos cogieron la misma hoja, se miraron a los ojos y después de unos segundos así el le devolvió la hoja.

Si en aquel momento se hubieran besado habría sido un bonito recuerdo.

Siguieron recogiendo hasta terminar con todo. Ella le dio las gracias y él lo único que hizo fue mirar como la joven se marchaba feliz.

Y el amor que se había notado en el aire cuando había entrado se había marchado con la joven.

Moraleja: Así que el amor no siempre triunfa, no siempre salen las cosas cono uno quiere. Así que ya veis, aunque algo no salga como tú quieres a la primera debes intentar que te salga las veces que haga falta.



miércoles, 7 de noviembre de 2012

Besos Gloriosos


Levaba toda la noche detrás de él, ya que él había estado ligando con cualquier otra chica antes que con ella. Así que cuando tuvo la oportunidad, le agarró del brazo y se lo llevó a una sala contigua a donde se celebraba la fiesta.

Él no entendía nada, estaba mirando como su amiga le agarraba del brazo y se lo llevaba con él a otro lado. Cuando ambos entraron en la habitación, ella cerró la puerta para que nadie pudiera molestarles. Ella se fue acercando a él con paso ligero y sobre todo decidido.

-                ¿Qué haces? – preguntó él mientras caminaba hacia atrás asustado.

-                Lo que debía haber hecho hace tiempo, contarte la verdad – aquello aún hizo que él siguiera caminando hacia atrás – no muerdo ni nada.

Cansado paró de caminar hacia atrás, ella decidida le cogió el brazo, hizo que sus cuerpos se rozaran, luego ella le agarró por la chaqueta, se puso de puntillas y le besó, ambos cerraron los ojos mientras se besaban, primero la nariz de ambos se tocaron y luego lo hicieron los labios, se fundieron en uno solo, parecía que ninguno quería dejar de besar a la otra persona. Cuando terminaron de besarse se miraron, ella lo hizo cohibida mientras que él sonrió, fue una sonrisa amable y de cariño, compasiva y sobre todo de ternura.

-                ¿No estarás mal conmigo? – preguntó ella haciendo que él bajara de las nubes.

-                No, al contrario, no sabía que sentirías eso por mí y me he dado cuenta cuando me has besado que me gustado el beso – aquello sorprendió a la joven, su amigo se acercó a ella, le agarró por los pómulos de las mejillas y volvió a besarla – ahora me he dado cuenta de que tus labios son los mejores que he probado en mi vida. Eres especial.

-                Y tú para mí – desde ese momento ambos empezaron a salir y desde el día que empezaron a salir no lo han dejado y hoy están casados y tienen tres maravillosos hijos a los que ambos quieren. El destino hizo que se unieran y eso hicieron ambos, unirse hasta formar la familia que hoy son.             

jueves, 1 de noviembre de 2012

La Manzana y La Habitación de Hotel


Se encontraban ya en el hotel descansando un poco, el vuelo había sido agotador, habían estado 6 horas metidos en el avión y lo único que querían era descansar para poder salir a cenar y después pasear.

-          ¿A dónde quieres ir? - le pregunto él a Holly.

-         A donde me lleves tu, que no conozco la ciudad salvo por las fotos y las películas - Holly se acostó en cama y noto como el mullido colchón le incitaba a dormir.

-         Te sorprenderé - el se acostó al lado de Holly, contemplo como ella se iba acercando a él para besarle.

Ella le toco la cara mientras el contemplaba los movimientos tan gráciles de Holly. Fue desabrochando la camisa que el poseía, necesitaba contemplar su pecho. Cuando estuvo sin camiseta, ella se quito la suya. Luego el comenzó a besar el cuello de Holly, ella se ruborizo de la emoción. Si llegaban al final sería la primera vez que lo harían entre ellos. Le costó, pero al final consiguió quitarle el sujetador. Se contemplaron, el se quito con rapidez el pantalón al igual que ella. Ella toco el pecho de él y llego con sus manos a la cara donde la acerco para que los labios de ambos se besaran, se fundieran en un beso cálido y profundo.

-         Te Quiero - el comento y ella sonrió.

-          Yo también Te Quiero - y al decir eso continuaron besándose.

El marco el recorrido de besos desde los pies a la boca pasando por la braga que cubría la zona intima femenina, luego paso por los pechos tan perfectos que ella poseía. Cuando llego a la boca se paro, mientras se besaban él le quito la braga y ella a él el calzoncillo. Ahora estaban desnudos bajo las sabanas de aquella habitación de hotel. Se miraron a los ojos, luego ella miro abajo y encontró el órgano de reproducción masculina que la tenia, jugueteo un poco con él, hasta que él se puso encima de ella y se lo metió hasta el fondo, haciendo que gritara de placer. Cuando terminaron ambos estaban exhaustos, se miraron y sonrieron.

-         Tengo hambre - Holly dijo para romper el hielo.

-          Ahora te doy algo - cogió la bolsa que había cerca de él en el suelo y de ella saco una manzana - aquí tienes algo para comer.

-         ¿Manzana? Siempre me das lo mismo - ella le miro como cansada.

-         Es que no tengo otra cosa y me parece lo más sano que veo. Así recuperas liquido y también así se te pasa el hambre - ella dejo de cabrearse y le beso.

El móvil del sonó, era su jefe. Se puso el calzoncillo y camino por la habitación, hablaba en un perfecto y cuidado ingles. Ella le contemplo sentada en la cama con las sabanas tapándola.

-         Como usted diga jefe, hasta esta noche - al escuchar aquello ella se desilusiono, pensó que irían a cenar juntos, pero al final no era así - a las 8 estaré allí.

-          Entonces nosotros no saldremos - él le negó con la cabeza y le beso, notando las lagrimas de Holly en sus mejillas - bueno, espero tenerte mañana por lo menos para desayunar. Ahora arréglate o llegaras tarde a donde tu jefe te ha dicho.

-          No estés triste, si te he compensado haciéndolo y te compensare cuando no  tenga trabajo - le beso en la frente y fue al baño a darse una ducha rápida.

Se arreglo rápido, no sabía cómo sería el tráfico a esa hora y quería ser puntual. Se despido de Holly con un beso en el aire y con un Te Quiero.

Y allí se quedo Holly, en la cama sentada tapada por las sabanas con la manzana en la mano llorando por encontrarse sola en una ciudad que no conocía.

miércoles, 24 de octubre de 2012

La Muerte


-         Hija, ¿Qué pasa? – preguntó asustada su madre al ver a su hija tirada en la cama de una manera inusual y sobre todo tan natural, ya que estaba apoyada con la cabeza en la cama y el resto del cuerpo lo tenía tirada en el suelo.

No recibió respuesta, se acercó a ella para escucharla y escuchó como respiraba muy suavemente y como si el cuerpo se le quedara sin respiración con cada inspiración e expiración y eso le preocupó. Llamó a su marido que era médico y le dijo que mirara a su hija. Él intentó despertar a su hija, pero nada. Nada hacía efecto, así que llamó a emergencias que enseguida llegaron. Les explicó a los sanitarios el problema de su hija y ellos dijeron que harían lo que podían.

En el hospital ambos esperaron a que los especialistas dijeran algo, pero cuando el médico que hizo el trabajo salió por la puerta de urgencias lo hizo muy triste y apenado. Explicó que el corazón de la joven había dejado de latir cuando entró a observación, intentaron reanimarla pero fue tarde, la joven no reaccionaba, había dejado de latir para siempre. Aquella vez fue la primera vez que ambos se sintieron sin fuerzas y sin ganas de nada. La hija, fruto de su amor había muerto con causas desconocidas, ya que el médico explicó que no entendía como había dejado de respirar aunque fuera un leve respiro.

Y aun hoy día se desconoce la verdadera causa de la muerte de aquella joven, hoy día no se sabe cómo fue su repentina muerte, aquella que hizo que muriera sin previo aviso, de una forma sin dolor ni angustia para ella. Nadie se imaginaba como los mejores morían tan jóvenes.

viernes, 12 de octubre de 2012

La Clienta


Tenía un turno de tarde que no quería cumplir, estaba cansado, ya que la noche anterior se había quedado hasta tarde estudiando y ahora estaba allí obligado por su jefe atendiendo las diferentes mesas de aquel café en él trabajaba a media jornada los días que su jefe le ponía. Una joven le llamo, era una joven muy guapa, de su edad más o menos, con unos rasgos muy bien definidos y una tez morenita. La joven le pidió un poco de leche caliente y él se la llevo a la mesa si demorarse, vio que se encontraba con un joven, pensó que serian pareja. Pero escucho a ella decirle al joven mejor amigo y eso le gusto, le animo la tarde trabajando.

Cuando vio que ella se levantaba se puso en la barra para poder atenderla. Le dijo que el capuchino se lo regala por ser una joven muy bella, ella le dijo que ni hablar pero el la convenció de que aceptara el regalo. Pensó en que esa no sería la última vez que ambos se verían ya que él había sido amable con ella y por como la veía sabia que ella le invitaría a algo otro día, para estar en paz. A partir de ahí atendió mas contento las mesas y cuando estaba recogiendo donde minutos antes había estado ella, la recordó allí sentada mirando a su mejor amigo y se entristeció al no verla aun allí, pero dejo los pensamientos triste y se alegro por ver a una joven tan guapa en aquel día en el que él no quería haber estado trabajando.

La Manzana y El Viaje


-           Holly despierta, llegaremos tarde - Holly se despertó sin ganas mientras el abría la persiana y le quitaba las sabanas para que lo hiciera lo más rápido posible - a la ducha volando. En 15 minutos debes estar arreglada. No se para que tienes un despertador si no lo escuchas.

-           No hables tan alto, todo me retumban los oídos. Ya me arreglo, en 15 minutos estaré arreglada - se besaron y él se marcho para no entorpecerla.

Holly se arreglo rápido, aun estaba dormida cuando salió de la habitación perfectamente arreglada, ya no tenía la maleta y no sabía que le había metido él en ella. Bajo las escaleras con su bolso en uno de sus hombros sonriéndole, esta allí abajo esperándole muy guapo.

-          Estas guapísima, pero apura que llegaremos tarde. Toma para el camino - le lanzo una manzana.

-          Me he dado cuenta de algo, desde que nos declaramos amor la única fruta que hemos tomado es manzana - él se rio y Holly le siguió con la boca dulce y mojadita por la manzana - ¿A dónde vamos?

-           Es una sorpresa, ya te enteras cuando estemos en el aeropuerto - aquello le desconcertó. No quería ir en avión, no quería volar sin saber a dónde y con qué condiciones de vuelo.

Llegaron al aeropuerto en menos de 25 minutos ya que el tráfico aquella hora era más o menos fluido. Ella le ayudo con las maletas mientras el sacaba los billetes y los pasaportes de ambos, iban a viajar fuera del país eso estaba segura.

Llegaron a donde tenían que facturar las maletas y cuando ella vio que iban a Roma alucino, nunca había estado allí y siempre había tenido ganas de ir.

-          Gracias por llevarme a Roma - Holly le abrazo y el sonrió.

-           No hay de que, tengo que ir un día hacer cosas del trabajo y el resto de la semana soy todo tuyo - ella le beso, no podía creerse que iba ir a Roma y aun encima con el chico al que amaba por encima de todas las cosas.
Cuando se acabo la manzana la tiro a un contenedor y pasaron el control de seguridad.

-          ¿Que hacéis con manzanas en la bolsa? - pregunto uno de los vigilantes.

-          Nos encantan y es la única fruta que puedo tomar – respondió él y el vigilante les dejo pasar con la bolsa en la que había 7 manzanas, una por día.

-          Estás loco - Holly comento mientras caminaba por el aeropuerto en busca de su puerta de embarque. El vuelo duraría 6 horas así que debía de haberse traído algo para leer - iré a la librería a comprar algo para leer.

-          No hace falta - él le agarro del brazo, le aplasto en su pecho y con la mano libre le enseño su E-Reader, ella le beso, estaba en todo. Era una caja de sorpresas, era su príncipe andante, era la persona que le sorprendía día a día - yo también traje para leer - saco el cuaderno en el que había escrito ella desde el primer día y se sonrojo. También saco el otro y Holly vio que ya había empezado a escribir en el.

Encontraron la puerta de embarque, vieron que había un poco de cola, así que ella fue antes al baño y a comprar agua y algo para comer (porque en los aviones los precios son más caros que en el aeropuerto y allí no hay tanto para comer como en la tienda del aeropuerto).

Subieron al avión cuando pudieron hacerlo, ella le agarro la mano izquierda, le daba un poco de cosa despegar, le ponía nerviosa.

-          En nombre del capitán y del resto de la tripulación les deseamos un buen vuelo y que en menos de 10 minutos despegaremos - se escucho por los altavoces.

-           Relájate - él le beso en la frente - ya verás como todo irá bien. Confía en mí.

-          Ya lo hago, pero nunca me ha gustado el despegue y el aterrizaje. Sé que he viajado un par de veces, pero nunca me acostumbro.
El hombre que tenia ella al lado miro a Holly preguntándose como podía comportarse así una joven de su edad. Holly no le presto atención, solo cerró los ojos y respiro con calma, intento olvidarse de que despegaría pensando en lo que harían en Roma, en la capital de Italia, en una de las pocas ciudades que ella quería de visitar antes que ninguna otra ciudad.

Cuando estuvieron estables ella abrió los ojos y le pidió a el que le pasara su E-Reader y su bolso. Cogió de su bolso su móvil y los cascos. Se sumergió en la música, puso aleatorio para que le sorprendiera y dio la casualidad que le toco un cantante italiano.

-          En 3 horas les daremos algo de comer, así que no se preocupen por el vuelo. También les daremos en unos minutos si quieren unos cascos para que puedan ver una de las películas que pondremos hoy. La primera será Harry Potter: Y las Reliquias de la Muerte I y luego a continuación después de una hora le pondremos la segunda parte - comunicaron.

-          Quiero ver la película, hace tiempo que no las veo, mientras las veo leeré el libro - Holly estaba decidida. Sus tripas rugieron y él le dio un poco del bocadillo que ella había comprado - gracias.

Las azafatas fueron preguntando si querían los cascos, ambos los aceptaron mientras que el señor los rechazo, lo único que pidió fue una manta y una almohada. Saco de uno de sus bolsillos un antifaz y cuando estuvo cómodo se durmió.

-           Bueno, así no molesta - comento mientras Holly jugaba con su pelo mirando a su novio sonriente.

A las 3 horas las azafatas pasaron con las bandejas de comida. Ella para beber pidió un poco de agua y él coca cola. Abrieron su bandeja, de primero una crema de verdura que no probaron porque no les parecía buena, de segundo a él le toco carne con patatas y a ella macarrones. El señor se despertó y miro a la pareja como se daban mutuamente de comer, miro su bandeja y vio macarrones, llamo a la azafata y le comento que no podía comerlos ya que era alérgico al tomate. Molesto a ambos que tuvieron que dejar de comer hasta que el señor tuviera su comida. Cuando terminaron miraron el postre y vieron en una bolsa hermética manzana cortada.

-           Esto ya es algo serio - ella señalo la bolsa - las manzanas nos persiguen.

-          Eso parece - ambos se besaron, ella le abrazo mientras esperaba a que pusieran la siguiente película. El continuo leyendo el cuaderno, ella harta de esperar se puso a leer.

Cuando aterrizaron, ambos se fueron a las cintas a recoger su equipaje. Esperaron impacientes hasta que las cintas se pusieron en marcha. Sus maletas salieron de las primeras y lo agradecieron. Estaban cansados de un vuelo tan largo y lo único que querían era descansar un poco o darse una ducha caliente antes de salir a cenar fuera. A fuera, les esperaba un coche, era el coche que el jefe de él le había puesto para llegar pronto a los sitios a los que irían el miércoles.

-           Me encanta ver la ciudad tan de noche, me parece preciosa - ella miraba por la ventanilla la majestuosidad de la ciudad y él se limito a observar a Holly todo el trayecto. Hacían una pareja perfecta y nadie podría decir lo contrario.

jueves, 4 de octubre de 2012

El Camarero


En aquel café se encontraban hablando del tiempo pasado, de los problemas que ella tenía y de los que el también tenia. Eran los mejores amigos y siempre se contaban todo, nunca tenían secretos y eso les gustaba. Se habían conocido el 1 día de clases cuando eran pequeños y desde que les habían sentado juntos sabían que serian los mejores amigos.

-           Se que te sientes mal porque tu hermana se vaya a casar con el chico que te gusto durante varios años - ella le miro, mientras él le acariciaba la mano - no estés mal, ahora debes pasar página y enamorarte de otro.

-           Decirlo es fácil, hacerlo es difícil.

-          No digas eso, se que tu puedes olvidarlo. Solo tienes que conseguirlo - él le miro a los ojos y le sonrió - animo, yo te ayudare a olvidarlo.

-          Gracias, eres el mejor amigo que se puede tener. Nunca nos podremos separar - aquello hizo que ambos sonrieran - eres a la única persona que le cuento mis intimidades y secretos mas íntimos.

-           Ya veo, como yo a ti - ella le sonrió y él se limito a beber de su café.

-           Cuéntame algo - aquello hizo que él estuviera un rato pensando que no le había contado todavía. No encontró nada al cabo de un rato - no pasa nada.

-          ¿Qué tal el Señor Bigotes?

-          De maravilla, esta resplandeciente y eso que ya tiene sus años - ella tomo un poco de su capuchino y lo noto un poco frio. Así que llamo al camarero, le pidió medio atontada; por aquel joven de tez rosada, unos rasgos faciales que le hacían una cara bonita y unos ojos de un verde intenso de largas pestañas; un poco de leche caliente y cuando se lo trajo ella no sabía cómo reaccionar. Su mejor amigo se quedo mirando el comportamiento de ella.

-          ¿Qué ha pasado? - ella se limito a decir nada, pero sabía que él no se lo creería.

-           Se que ha sucedido algo y quiero saberlo ahora.

-          Que no he visto a alguien tan guapo como él en la vida real, me he quedado atontada y no sé muy bien porque - ella se sonrojo, miro a la barra y allí estaba el camarero sirviendo en las bandejas que luego llevaría a las mesas. El miro a su amiga y le dijo que bien, que le parecía guapo era mejor que pensar en su futuro cuñado - gracias.

Estuvieron hablando un rato hasta que decidieron marcharse, discutieron a ver quien pagaba y al final cada uno decido pagar lo suyo.

-          Para las jovencitas tan guapas como tu el café es gratis - ella le dijo que no hacía falta, pero el guapo camarero insistió, que quería regalarle el capuchino.
Gracias, eres muy amable - ella le sonrió, estaba feliz, el joven camarero se había fijado en ella y eso era buena señal o eso le dijo su mejor cuando salieron de aquel café. Ella le dijo que la gente puede ser amable sin tener que enamorarse o sentir algo hacia la otra persona. Pero su mejor amigo dejo caer las intenciones del simpático camarero.

martes, 2 de octubre de 2012

Las Lágrimas


Ella se encontraba agotada esperando con una maleta en mano en las vías abandonadas a su razón de ser, a esa persona que no le iba abandonar nunca.

Miro la hora, se retrasaba y eso no era propio de él. Dijo que como en 10 minutos no apareciera, le llamaría y le cantaría las cuarenta.

Al cabo de un rato miro el reloj y aun no había pasado más de 4 minutos, el tiempo se cachondeaba de ella.

Cuando por fin pasaron los 10 minutos le llamo varias veces, ya que no recibía respuesta.

No podía haberle pasado nada malo, si le ha pasado algo malo a él, ella no se lo perdonaría.

Se sentó en el borde de las vías ya en desuso y espero a ver si llegaba, espero a ver si aparecía para que dejara de llorar.

-           ¿Me extrañabas? - ella se levanto y le abrazo, estaba feliz de tenerle allí

-           Pensé que te había pasado algo, ya que no me contestas al móvil - ella le reprocho y luego le beso.

-          Lo siento, el autobús tuvo un pinchazo y tuvimos que esperar a que llegara otro. Pero lo importante es que ya estoy aquí.

-          Claro, lo que importa es tenerte a mi lado. Te extrañe - ella se seco las lagrimas mientras él le cogía la maleta.

-           Pues ahora no tienes por qué extrañarme, lo prometido es deuda a por él picnic - el sonrió y ella le siguió. Que el llevara la maleta no le gustaba, llevaba hay un regalo para el por los dos años de relación.

-          Aquí es - ella dijo abriendo la maleta lejos de él para que no viera el regalo, cogió el mantel y lo puso; luego saco los utensilios de cocina, los platos y los vasos. El saco de su mochila la comida y la bebida, después de tener cada uno coca cola en su vasos brindaron - Brindo por nosotros, para que estemos juntos siempre.

-          Eso espero yo, estar a tu lado es un privilegio. Nunca te cambiare por nadie.

Pero al cabo de 1 año, ella volvió con la maleta en mano (esta vez vacía), lloro porque sabía que él no volviera, que ya nadie llenaría el vacio que él le había producido, el tonto y capullo que un año atrás le había dicho que estar a su lado era un privilegio y que nunca la iba a cambiar por nadie. Esas palabras le sacaban de sus casillas, el había dicho aquello y a los 2 meses salía con otra a escondidas.

Sus lagrimas seguían brotando y eso que desde que lo había dejado habían pasado ya 8 meses, pero lo peor de todo era que estaba allí por si el aparecía arrepentido y volvían como pareja.

Pero nadie apareció porque ella sabía que él seguía con la roba novios. Se encontraba aun llorando y cada vez las lágrimas eran mayores. Lagrimas llena de tristeza y dolor.

sábado, 29 de septiembre de 2012

La Manzana y El Bar


Se encontraba bebiendo en la barra del bar, había tenido un mal día, no había echo nada bien y para colmo Holly no había vuelto de trabajar para alegrarle un poco el día. Pidió otra copa, necesitaba ahogar sus penas y esa era la solución mas viable veía en ese momento. Cuando tuvo la bebida dio un pequeño sorbo, necesitaba ya a Holly. Le mando un mensaje y ella no le contesto, seguiría en el trabajo.

-                      ¿Quién soy? - Holly pregunto tapándole los ojos para que no la viera.

-                     Holly - como había acertado se besaron en un beso sabor a alcohol - Te mande un mensaje y no me respondiste.

-                      Porque tengo una sorpresa - saco de la bolsa un paquete y una manzana que dejo en la barra, él ansioso abrió el paquete y vio en él una agenda en tonos negros con dibujos en tonos rojos y dorados de flores - para que leas algo. También puedes escribir en ella para que yo lo lea.

-                      Me gusta, veo que ya has escrito algo - miro que había por lo menos escritas 10 páginas, estaban por días para no tener que leer todo del tirón - "Perdóname, necesito decirte la verdad, pero no sé cómo hacerlo. Te veo con esas mujeres día tras día y me pongo mala. No sé cómo no te fijas en mí, en tu compañera de piso, en esa compañera que te da consejos y te ayuda cuando más lo necesitas. Sé que no lo haces porque pensaras que yo no corresponderé tus sentimientos, pero te equivocas lo hare" No sabía que te pasaba esto.

-                     Ya ves - Holly lloraba al escuchar aquello de nuevo, ya había llorado al escribirlo y ahora al escucharlo volvía a llorar.

-                     "Ya no puedo más, he sido paciente y para nada ha servido. Me iré de tu vida, alejarme será lo mejor que haga, será lo que me ayude a olvidarte. Si me quieres detenme" - él miro a Holly asombrado con lo que Holly escribía en esa agenda - no sabía que pensabas en marcharte. Ahora no lo hagas nunca. "Al fin me has dicho que sientes por mí, ahora no me iré de aquí, me quedare a tu lado para siempre, me encanto la forma en la que te has declarado. Eres mi príncipe, la persona a la que siempre querré. A la que siempre amare, a la nunca dejare marchar de mi vida. Todo lo que te quiero decir se resume en pocas palabras: Lo que ciento no se puede decir con palabras es mejor expresarlo con gestos. Espero que cuando te regale este cuaderno en forma de diario de amor te guste como a mí y escribas para mi"

-                      No llores, estas más guapo si no lloras - Holly noto que las lagrimas salían de sus ojos, le beso mientras a ambos le caían las lagrimas.

-                     Te Amo, eres el regalo más grande que alguien me ha hecho - unieron sus frentes y se miraron. Se volvieron a besar, la sabia ya lo que ella pensaba sobre él en esas pocas páginas. Luego ella saco de su bolso otro cuaderno y el vio que estaba todo escrito. Holly le explico que este diario lo había escrito desde el primer día que se habían conocido y era todo sobre él. Él le prometió que se lo iba a leer y que escribiría sobre ella en el cuaderno. Se volvieron a besar en un dulce y suave beso seguido de unas caricias. Allí en el bar mientras de prometían amor eterno el lanzaba al aire la manzana que minutos antes ella había dejado en la barra, porque el regalo más grande que ambos habían recibido era la compañía del otro.

lunes, 24 de septiembre de 2012

La Manzana y La Cocina


Holly se había despertado pronto, no podía seguir durmiendo sabiendo que tenía que trabajar y que él estaba en la habitación contigua durmiendo. Fue a la cocina desierta con su fino camisón y en los pies llevaba unos calcetines gordos, se preparo el desayuno y mientras esperaba a que se calentara cogió una manzana a la que le marco con un mordisco un poco de sus dientes.

El microondas pito y la cafetera también haciendo un ruido atroz y molesto hizo que él se despertara.

-                     Lo siento - ella le miro, el solo llevaba puesto unos calzoncillos y unos calcetines - que sexy estas.

-                     Tú también - él se acerco a Holly, le robo una de las tostadas y le beso en la frente - ya que me han despertado los ruidos de la cocina ya desayuno y te hago compañía.

-                      Deja de robarme comida - el cogió un poco del café que ella había preparado y también un poco de leche - prepárate tu las cosas vago.

Él para callarla le beso, en un beso cálido que la próxima vez sabría a mermelada y a mantequilla. Holly se sirvió el café bajo la atenta mirada que él poseía esa mirada que le dejaba sin respiración y le transportaba junto a la sonrisa que él tenia a un mundo mágico, lejos de allí y el cual solo ellos conocían.

-                     Sigo diciendo y lo diré siempre que eres guapísima y al levantarte después de asearte la cara un poco estas preciosa, me gusta verte así, sin maquillar, dejando que salga tu verdadera belleza - Holly estaba tan entretenida con su tostada que cuando termino de darle el bocado le beso, en un beso con sabor a mermelada de fresas - me gusta el contraste entre mis labios y los tuyos.

-         Me alegro que te guste y espero que sea así durante mucho tiempo, no quiero cambiar, seguiré así para ti para siempre - Se volvieron a besar en un beso pegajoso y dulce a la vez, un beso que duraría eternamente si el tiempo se parara en ese momento.