Habían quedado hacia media hora y ella llevaba tarde como
siempre, pero esta vez tenía un motivo justificado. El autobús había pinchado
una rueda y estuvieron 20 minutos al que el siguiente pasara para llevarles a
todos a sus destinos. Cuando por fin llego a la parada corrió todo lo que pudo
porque él le estaría esperando en el muelle impaciente y preocupado.
-
Pensé que no venias
- comento el sonriendo y mirando como caminaba apurada.
-
Es que el autobús
pincho una rueda y estuvimos 20 minutos esperando al siguiente y donde estábamos
no había buena señal de cobertura y por eso no pude aviarse - ella se acerco y él
le toco el pelo, su suave y sedoso cabello.
-
Ahora estas aquí -
ella le miro a los penetrantes ojos que el poseía, se acerco mas y le beso - ¿Qué
haces?
-
Lo que debías haber hecho tu - respondió ella
triste - no debí haberte besado. Soy tonta.
-
No eres tonta, mírame
por favor - él le agarro del mentón e hizo que ella le mirara - eres la persona
más lista que conozco, así que no eres tonta. Si me has besado será por algo.
No te martirices con eso.
-
Pero yo... - y antes
de que ella pusiera decir algo, él le beso en señal de que necesitaba que ella
se callara y dejara de decir las cosas que estaba diciendo.
Estaban en el muelle, donde hace ya 3 años se conocieron y donde su amistad comenzó
hasta derivar en lo que es hoy en día. Una relación en la que por el momento
solo llevan 6 meses.
¡Qué bonito! :3
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